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01 / 2003
 
 
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Venezuela : breve sinopsis histórica
comité Venezuela, Francia - enero 2003

Venezuela entró en la historia (europea), el 5 de agosto de 1498, cuando Cristóbal Colón, en el curso de su tercer viaje, arribó a la desembocadura del Orinoco. Sin embargo, hacía 15 000 años, diversos pueblos amerindios ya se habían establecido en el actual territorio venezolano, constituyendo diversas ramas culturales y lingüísticas. Hacia el oeste, cerca de los Andes, habitaban los chibchas, originarios de Colombia. Los actuales estados de Táchira y Mérida estaban poblados por los timotes y en la región de Trujillo, vivían los cuicas. Eran guerreros seminómadas que cultivaban maíz, tabaco, patatas y mandioca. Los chibchas cultivaban en terrazas, hacían trabajos de irrigación y eran diestros ceramistas. En las regiones costeras, estaban implantadas los arawacs y los caribes. Eran pueblos cazadores y recolectores que practicaban una agricultura itinerante. Vivían al borde del lago Maracaibo, en los actuales estados de Falcón y Yaracuy. Los belicosos caribes obligaron a los primeros a retirarse al interior.

El deslumbramiento de Colón ante la belleza de los parajes venezolanos, quedó registrado en sus cartas. El genovés habla de una región paradisíaca...

Un año después, en 1499, Alonso de Ojeda, acompañado de Américo Vespucio, exploraron el lago Maracaibo, descubriendo un pequeño pueblo lacustre indígena al que denominaron, Piccola Venezia. En 1500, el cartógrafo Juan de la Cosa, publicó el primer mapa de la zona, donde cerca del lago Maracaibo figuraba el nombre de Veneçuela...

A comienzos del siglo XVI, frailes dominicanos fundaron Nueva Andalucía, en la región de Cumaná. Pero las relaciones entre amerindios y españoles ya se habían deteriorado, como consecuencia de la trata de esclavos llevada a cabo por los peninsulares. Obsesionados por el oro, los europeos también buscaban la mítica ciudad de El Dorado, el legendario imperio Meta gobernado por un príncipe tuerto vestido de oro.

Posesión ultramarina de los Habsburgo, Venezuela fue entregada en concesión por Carlos V (desde 1528 a 1546) a los banqueros Welser, por préstamos concedidos por éstos, coimas destinadas a comprar a los príncipes electores, para que votaran designándolo emperador. Gobernadores alemanes dirigieron Venezuela durante dieciocho años : Dalfinger, Hohermuth, Federmann, von Hutten, quienes se destacaron por su crueldad. Los excesos y matanzas causados por estos aventureros sedientos de oro, tuvieron como resultado la revocación de dicha concesión.

España retomó la colonización, fundando diversas ciudades : Nueva Segovia en 1552 (Barquisimeto), Valencia y Trujillo (1557). Diego de Losada en 1567, en un pueblito de los indios caracas, fundó la ciudad del mismo nombre, que pasaría a ser capital de la colonia en 1576, siendo devastada y saqueada diecinueve años más tarde, por el pirata británico Francis Drake.

A fines del siglo XVI existían dos gobiernos, uno en la parte occidental , cuya capital fue Coro, luego Caracas, y Nueva Andalucía al este, capital Cumaná. En 1731, Venezuela se transformó en Capitanía General, compuesta por tres provincias : Venezuela, Maracaibo y Cumaná.

La agricultura y la crianza de bovinos se desarrolló en la región de los Llanos, constituyéndose una casta de terratenientes con tierras usurpadas a los indígenas. En el siglo XVII tuvo lugar el boom del cacao, que trajo un auge económico sin precedentes. En 1728, la corona española fundó la Compañía Guipuzcoana de Caracas, estableciendo el monopolio en la producción de cacao.

Como en las demás posesiones españolas, la sociedad colonial venezolana, estaba dividida en castas jerarquizadas. Durante el siglo XVIII, los criollos representaban el 19% de la población, los pardos o mestizos el 45%, los negros el 16,3% y los amerindios, el 18,4%. La elite europea, sólo el 1,3%. Con el correr del tiempo, los criollos acomodados, comenzaron a contestar la hegemonía de los gachupines (españoles), aunque adoptaron sus modas y costumbres.

Un agudo observador, el geógrafo y naturalista alemán, Alejandro von Humboldt, que arribó a Cumaná en 1799, escribió : En ninguna otra parte de América, la elite ha adoptado maneras tan europeas.

Diversas revueltas de esclavos negros precedieron el vasto movimiento independentista que sacudió el continente americano a inicios del siglo XIX. Por su parte, la elite criolla exasperada por la supremacía de los peninsulares, conspiraba activamente. En 1797, Manuel Gual y José María España, redactaron una proclama y elaboraron un programa, revolucionario con 40 medidas. Los conjurados fueron descubiertos y ejecutados. En 1806, Francisco de Miranda (1752-1816), se puso a la cabeza de una fracasada expedición libertadora que desembarcó en Coro.

Luego, las guerras napoleónicas ayudaron involuntariamente a las luchas independentistas en América. En 1810, el Cabildo de Caracas se proclamó Junta de Gobierno. Así comenzaría una larga y sangrienta guerra entre criollos o patriotas y realistas o gachupines.

La vida de El Libertador Simón Bolívar (1783-1830), está íntimamente ligada a la lucha independentista de Venezuela y de otros países de América del Sur. Huérfano a temprana edad, su preceptor, Simón Rodríguez, ejerció una gran influencia sobre el joven Bolívar, iniciándolo en el estudio de los enciclopedistas franceses. También recibió lecciones de Andrés Bello (1781-1865), escritor, filólogo, jurisconsulto y político venezolano que en 1842 fundó la Universidad de Chile, radicándose definitivamente en ese país. Bolívar contrajo matrimonio en España y asistió luego a la coronación de Napoleón, en1804. Representante diplomático de la Junta de Caracas en Londres, conoció a Miranda, comprometiéndose a ayudarle en la guerra contra el poder colonial español. Volvió a Venezuela luego de la declaración de independencia (1811), que a su vez promulgó la primera constitución, aboliendo los títulos de nobleza y la esclavitud. Pero, los realistas comandados por el general Monteverde vencieron a Miranda en La Victoria, cerca de Caracas y a Bolívar en Puerto Cabello. La corona española fue así restablecida en la capital venezolana, en julio de 1812. Miranda prisionero, morirá en 1816, en la cárcel de Cádiz y Simón Bolívar salvó su vida refugiándose en Nueva Granada (Colombia).

En 1813 proclamó la guerra a muerte y venció a Monteverde en Taguanes, liberando Caracas. Sin embargo, la guerra continuó durante varios años, contra los realistas –llaneros comandados por José Tomás Boves-, o contra el general venezolano, Mariño, quien había proclamado un gobierno independiente en el este del país. Los primeros se apoderaron de Caracas en julio de 1814 y luego Madrid, envió un contingente militar al mando del general Morillo, que sometió a Venezuela y reconquistó Colombia en 1816. Bolívar debió exiliarse en Jamaica y luego en Haití. Es aquí donde intervino un jefe de raigambre popular, José Antonio Páez (1790-1873), quien supo granjearse las simpatías de los llaneros y atraerlos a la causa patriota, prometiéndoles entregarles las tierras en manos de los realistas. Los 4 000 llaneros lograron finalmente vencer la resistencia española y Bolívar pudo entrar en Venezuela en diciembre de 1816, estableciendo su gobierno en Angostura (Ciudad Bolívar). Posteriormente, atravesando Los Andes, se dirigió a Colombia, venciendo a los españoles en Boyacá, en agosto de 1819. Ese mismo mes entró en Bogotá y dos años después junto a Páez, venció definitivamente a las tropas realistas en Carabobo, en junio de 1821. En Angostura proclamó la república de la Gran Colombia, que comprendía a Colombia, Ecuador, y Venezuela y que duraría hasta 1830.

Fiel a su sueño de consolidar la independencia en toda América del Sur, haciendo de ésta una grande y poderosa nación, Bolívar encabezó a las fuerzas libertadoras que ocuparon Quito, liberando a su vez Perú y Bolivia, luego de las victorias de Junín (agosto de 1824) y Ayacucho (diciembre de 1824), batalla en la que brilló Antonio José de Sucre (1795-1830).

En 1826, convocó al Congreso de Panamá, tratando vanamente de crear una confederación entre los jóvenes estados sudamericanos. Sin embargo, primaron los particularismos regionales y estallaron rencillas y guerras fratricidas, acabando en la disolución de la Gran Colombia. Páez proclamó la independencia de Venezuela en 1929, Ecuador la suya en 1830 y Colombia en 1831. y exiliado, Bolívar murió en Santa Marta (Colombia), en diciembre de 1830.

Un período de anarquía y de guerras civiles asolaron entonces la mayor parte de los países sudamericanos. En Venezuela, las constituciones de 1830, 1858 y 1864, trataron de poner fin a la guerra que oponía a azules (conservadores) y amarillos (liberales federalistas). José Antonio Páez -el Centauro- gobernó varios períodos, entre 1830 y 1835, 1839 y 1843, 1861 y 1863. Por su parte, la dinastía de la familia Monagas ocupó en varias oportunidades la primera magistratura : José Tadeo Monagas, entre 1847 y 1851; 1855 y 1858. Su hermano, José Gregorio, gobernó entre 1851 y 1855, y José Ruperto, entre 1868 y 1870.

En 1870, Antonio Guzmán Blanco, anticlerical, francófilo y modernista , ocupó la presidencia hasta 1877, luego entre 1879 y 1884, y de 1886 a 1887. Le sucedió el general Joaquín Crespo, quien gobernó hasta 1898, siendo reemplazado por Cipriano Castro, luego de una guerra civil en la que Crespo perdió la vida. Castro, era un hombre de la región andina que había acumulado una apreciable fortuna y que en 1902 debió enfrentar –por deudas impagas de Venezuela ante acreedores europeos- la intervención de navíos de guerra alemanes, italianos e ingleses, que bloquearon los puertos venezolanos. Este incidente daría ocasión al canciller argentino de la época, Luis María Drago, para enunciar la doctrina que lleva su nombre y que desde entonces prohibe la utilización de la fuerza como medio para obligar a un estado a cumplir con el pago de deudas contraídas.

Es sin duda el general Juan Vicente Gómez, que tumbó a Castro en 1908, quien marcará la historia venezolana de la primera mitad del siglo XX (1908-1935). El gran boom petrolero iniciado en los años veinte (de una producción de 281 000 toneladas en 1921, se pasó a 19, 9 millones en 1929), favoreció la estabilidad de la dictadura de Gómez, que sólo terminó con su muerte, en 1935. Le sucedió el general Eleazar López (1935-1941). Ese año subió al poder el general Isaías Medina Angarita, depuesto por una sublevación que instaló en el poder a Rómulo Betancourt de Acción Democrática (AD). Se elaboró una nueva constitución, siendo elegido presidente en 1947, el escritor Rómulo Gallegos, derrocado por las fuerzas armadas en 1948. El coronel Carlos Delgado Chalbaud, presidió una junta militar que impuso en 1952, mediante elecciones fraudulentas, al coronel Marcos Pérez Giménez, tumbado a su vez en 1958, por un movimiento cívico militar instigado por Acción Democrática.

El pacto de Punto Fijo (1958), firmado por los tres partidos más importantes (Acción Democrática, Copei y la Unión Republicana Democrática) concibió entonces un régimen constitucional estable. Durante doce años el poder estuvo en manos de AD, Betancourt y Leoni (1958-1964 y 1964-1970, respectivamente). En esa década, los gobiernos venezolanos debieron hacer enfrentar el inicio de las operaciones guerrilleras de las FALN de Douglas Bravo, en un primer momento apoyadas por el PCV y el MIR (escisión de AD), más otros desprendimientos de la URD encabezados por el periodista Fabricio Ojeda. Fue en este período que ocurrieron los levantamientos militares de Puerto Cabello y Carúpano (mayo-junio de 1962), que parecieran indicar que la actual situación venezolana, podría tener un precedente o relación no muy lejana, entre el movimiento popular y los militares progresistas.

Son los años en que Caracas acusaba a Cuba en la OEA, por la ayuda brindada a los grupos guerrilleros venezolanos, denuncia, que alentada por los EEUU y avalada por los dóciles gobiernos latinoamericanos (con la honrosa excepción de México), desembocaría en la exclusión de Cuba de dicha organización regional.

En 1969, fue elegido el democrata-cristiano Rafael Caldera y en 1974, inició su primer mandato, Carlos Andrés Pérez, de AD. Durante su administración se nacionalizaron las compañías petroleras y las minas de hierro. Luis Herrera (COPEI, 1979-1984) y Jaime Lusinchi (AD, 1984-1989)le sucederán. En esos años el precio del petróleo experimentó una fuerte baja que repercutió en la economía del país, debiendo Herrera devaluar el bolívar. La situación se deterioró a tal punto, que en 1985, Venezuela tuvo que invocar la cláusula de contingencia para iniciar un nuevo proceso de refinanciamiento de su deuda externa. Pérez fue elegido por un segundo mandato en 1989, y esta vez tuvo que hacer frente al descontento popular que se expresó en el caracazo de febrero de ese año, motivado por la aplicación de un plan neoliberal de ajuste económico decretado por el FMI, como consecuencia del cual el precio de la gasolina y de los artículos de primera necesidad experimentaron un alza importante, que golpeó a los sectores más pobres. Todo ello aparejado a un sistema corrupto que cundía en las instituciones (gobierno, parlamento, poder judicial, fuerzas armadas), coludidas con intereses económicos nacionales y extranjeros. El ejército, llamado a salvaguardar el orden y la propiedad privada, reprimió las protestas populares resultando muertos centenares de caraqueños.

En este contexto había comenzado a generarse un movimiento militar bolivariano, nacionalista y latinoamericanista. El 4 de febrero de 1992, Hugo Chávez y varios oficiales se sublevaron , hastiados por la corrupción imperante. El Movimiento Bolivariano no logró tomar el poder y sus principales dirigentes fueron arrestados, entre ellos, Hugo Chávez. No obstante, el alzamiento puede ser valorado retrospectivamente como un verdadero terremoto político, que condujo al año siguiente a la destitución del desprestigiado Pérez y al establecimiento de una nueva configuración de fuerzas políticas que será consagrada a posteriori, en diciembre de 1998, con la elección de Hugo Chávez.



comité Venezuela, Francia - enero 2003