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Bolivia - Cine documental

 

Bolivia 2002 - 2006
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Bolivia 2002 - 2006
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Bolivia 2002 - 2006 - Bajo los volcanes


René Dávila - Blog


Bolivia 2002 - 2006
Bajo los volcanes
Un documental de René Dávila

 

La Guerra del gas

por René Dávila

La ciudad de La Paz está rodeada por un centenar de cumbres de más de 5000 metros; debe ser una de las pocas ciudades del mundo en que los ricos viven abajo y los pobres arriba : los barrios acomodados del Sur de la capital boliviana están en zonas que llegan a estar mil metros más bajos que las partes altas, gozando de un clima más clemente. Los más pobres están en la ciudad del El Alto. Los casi 800 mil habitantes de la ciudad más joven de Bolivia viven en una meseta en la parte alta del Norte de La Paz, (4100 m) desde allí parten los caminos que cruzan el altiplano, estamos en país aymara, en el Qullasuyu.

Cuando llegué a La Paz, al día siguiente de la huída del ex presidente Sánchez de Losada, todavía se veía en las calles la huella de las batallas de Octubre. Un año antes Alvaro García me habia dicho : "Si las elites no entienden que no pueden seguir gobernando contra la sociedad, estarán echando leña a un fuego que ya existe, y que no se apagará con represión..." y fue exactamente lo que los partidos gobernantes hicieron. Durante el corto gobierno de Sánchez de Losada murieron más bolivianos en las confrontaciones sociales que durante periodos dictatoriales enteros : 140 muertos en 10 meses y 14 días.

Lo de octubre, ¿fue una revuelta, una sublevación, una revolución, una asonada, una poblada, una insurrección ? El mismo Alvaro García dice que en Bolivia se vive "una época revolucionaria… Una época revolucionaria se caracteriza por las reiteradas olas de sublevación social, por los flujos y reflujos de insurgencias sociales separadas por relativos períodos de estabilidad pero que a cada paso cuestionan u obligan a modificar, parcial o totalmente, la estructura general de la dominación política, hasta un momento en que habrá que darse, de una u otra manera, una nueva estructura estatal emergente de una puntual situación revolucionaria en el que el despliegue de la fuerza desnuda dirima, ya sea por la vía de la confrontación abierta o el armisticio duradero, la calidad y orientación de ese nuevo Estado que regulará la vida política de las personas durante las siguientes décadas".

Había estado en Bolivia hacía un año, iniciando una serie de documentales sobre ese proceso revolucionario, con la idea de que en esas tierras está pasando algo importante para el continente y que Bolivia, a pesar de ser un pequeño país (con una superficie equivalente a dos veces Francia) y sus menos de 10 millones de habitantes, representa algo especial en América.

En junio del 2002, Evo Morales, representando a los cultivadores de hoja de coca, a los indígenas, los sindicatos y a la izquierda había estado a menos de dos puntos de ganar en las elecciones presidenciales, y por primera vez en América Latina entraba al Parlamento una importante representación indígena, que no solo llevaban sus trajes tradicionales, sino una misión encomendada por sus bases, el MAS un partido que se define como instrumento político no tiene aparato, los representantes en el Parlamento en su mayoría han sido designados directamente por las bases y Evo Morales, más que jefe o caudillo es el portavoz de ese conglomerado. Este verdadero terremoto político iniciaba una nueva etapa en un ciclo de sublevaciones que había empezado el 2000 en Cochabamba, en lo que despues se llamó La Guerra del Agua y que inició esta época revolucionaria. En Cochabamba, por primera vez, una movilización popular amplia y masiva logró desalojar a la transnacional Bechtel que se había apoderado del agua potable de la ciudad... fue una victoria emblemática, que anunciaba que era posible ganarle al capitalismo global.

Los acontecimientos no se detuvieron allí, los indígenas del altiplano bloquearon la ciudad de La Paz. Indígenas de todo el país marcharon exigiendo la realización de una Asamblea Constituyente, el ritmo de las movilizaciones se mantuvo. Cinco meses depués de iniciar su mandato, Sánchez de Losada, inspirado por el FMI, pretende imponer un impuesto suplementario del 12 % sobre los salarios : una manifestación de liceanos se transformó en una batalla entre policías (que simpatizaban con los manifestantes) y militares... después de dos días de batallas callejeras se contaban más de 30 muertos. Fue La guerra de Febrero. El Presidente debió retirar su proyecto.

La sublevación de octubre 2003 es el resultado de una serie de movilizaciones sectoriales que se fueron articulando alrededor de diferentes organizaciones, líderes y consignas para terminar en una sola que era la salida del presidente, un referendum para decidir sobre el gas y la realización de una Asamblea constituyente . La represión desatada por el gobierno contra los indígenas del altiplano provocó la ira popular, y a partir de ese momento, los días de Sánchez de Losada como presidente de Bolivia estaban contados, la Guerra del Gas sería ganada por el pueblo.

Los principales actores de estas batallas fueron los habitantes de El Alto, de los barrios de La Paz, y los mineros. La violencia represiva desmedida sólo logró acrecentar la decisión del pueblo.

En 1781, Tupac Katari se levanta contra la opresión española y junto con 40.000 aymaras cerca la ciudad de La Paz desde las alturas de Pampahasi y El Alto. Los españoles enviaron tropas desde Argentina que terminaron con la rebelión; el 13 de noviembre de 1781 Tupac Katari, hecho prisionero, es torturado; le cortan los cabellos y la lengua, es descuartizado atando sus miembros a cuatro caballos que parten en direcciones opuestas, se le corta la cabeza, sus miembros son dispersados y su casa destruida, su compañera, Bartolina Sisa es torturada y masacrada en La Paz un año más tarde. La primera revolución boliviana había terminado ahogada en sangre. Dicen que Tupak Katari habría dicho, como Espartaco, "solo me matan a mí, volveré y seré millones..."

Hace 18 anos se inició en Bolivia la aplicación estricta del modelo capitalista liberal en su vertiente más extrema y claudicante. Al igual que en el resto de America Latina, los movimientos sociales han reaccionado a la pobreza creciente organizando formas nuevas de resistencia e intervención política. En Bolivia esta resistencia se apoya en tradiciones obreras e indígenas, que a su vez están ligadas entre sí. La aplicación del modelo se apoyó en la desnacionalización de los bienes del estado y la entrega de las riquezas del subsuelo.

En el cuadro social y político actual, la explotación y venta de los recursos gasíferos de Bolivia se convirtió en la causa central para los distintos movimientos sociales y políticos. Para los bolivianos el gas es una posibilidad de salir del subdesarrollo, en la medida en que sea recuperado para Bolivia, mediante la derogación del decreto de Sánchez de Losada que regaló el gas a las empresas trasnacionales, y que además sea industrializado en Bolivia.

Para los bolivianos el gas no puede ser como la plata del Cerro Rico de Potosí, o el estaño y otras materias primas que luego de ser exportadas no dejaron nada para el país, riquísimo en recursos naturales, pero con sus ciudadanos sometidos a la miseria. Que se exporte por Chile o Perú no tiene mayor importancia. Las conecciones de Sánchez de Losada con empresas trasnacionales y con intereses vinculados a empresas "chilenas" no hicieron más que exacerbar el carácter no nacional de su gobierno.

Todo esto pasa en un continente que se está transformando, en el que la dominación imperial ha sufrido y sufre serios reveses. Ninguna conspiración, ni el derroche de medios, de presiones y amenazas han limitado el apoyo popular al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, quien, junto a su pueblo y a las Fuerzas Armadas, han sobrellevado todo o casi todo. El presidente Lula, de Brasil, encabeza junto a otros países del tercer mundo la resistencia a la globalización en Cancún, haciendo fracasar un objetivo mayor del imperio. En diciembre del 2001 el presidente argentino Fernando De la Rúa debe renunciar obligado por las manifestaciones populares. Antes, en julio del 2000 una sublevación popular, mayoritariamente indígena, logra la expulsión del gobierno de Jamil Mahuad en Ecuador. Alberto Fujimori en Perú, empujado por la movilización social debe exiliarse en Japón para evitar las acusaciones de corrupción, su sucesor Alejandro Toledo debió retroceder en sus planes de entrega a las transnacionales ante una fuerte movilización. Unos días después de la huída de Sánchez de Losada, en Colombia, el presidente Alvaro Uribe, el más firme aliado de Estados Unidos en América del Sur pierde el referendum y dos de las ciudades más importantes del país, Bogotá y Medellín.

En este cuadro la Epoca revolucionaria boliviana se sitúa como una avanzada. En la ola revolucionaria de los 60, Bolivia se había adelantado. En abril del año 1952 una insurrección del pueblo de La Paz abre los arsenales, reparte las armas y recibe a los mineros que llegaban con la dinamita. Bajo el gobierno nacionalista surgido de la revolución se nacionalizaron las minas de estaño, se abolió el sistema de servidumbre que existía desde la colonia, se repartieron las tierras, se organizaron los sindicatos, que tuvieron sus milicias obreras mineras y campesinas, con las armas conquistadas en la insurrección, se estableció el control obrero en las minas. La clase obrera boliviana era la vanguardia revolucionaria en América. En 1952.

Las calles de El Alto hacen pensar en Gaza... como en Palestina, allí están los más jovenes, los más pobres, los más decididos... las calles son atravesadas por el frío viento altiplánico, reina el color del ladrillo, las casas a medio hacer y a medio terminar, la presencia permanente de la pobreza, pero también ese infinito ir y venir de gente afanada en sus actividades, en el comercio, en la auto-organización, en el trabajo, allí están los gérmenes de algo que está obligatoriamente por venir… Un diputado del MAS por El Alto nos decía sonriente que al final la gente, el pueblo, no puede esperar, que lo que necesitan es hoy día, no mañana, que entre morir de hambre o morir luchando es mejor hacerlo luchando… y mientras decía eso, que puede ser una frase más, una pieza más de la retórica revolucionaria, sonreía… y sonreía como los heridos que visitamos en los hospitales de El Alto y que al preguntarles que podían decir, sencillos y modestos, decían que no quedaba otra cosa que luchar… El Alto es el resumen de Bolivia, allí están, en tierra aymará, los quechuas y los guaraníes, los pobres de todas partes, los ex mineros, lo inmigrantes de tierra adentro, los que siempre lucharon… no lejos de aquí están las tierras de Tupak Katari.

Aquí es donde más víctimas produjo la Guerra del Gas y aquí se selló la suerte del mejor presidente posible para el imperio… el gringo Sánchez de Losada. El momento preciso en que las cosas cambiaron fue cuando los militares no lograron impedir, a pesar de haber matado a varios, la entrada de los mineros hasta El Alto… y al mismo tiempo en la ciudad de La Paz empezaban a multiplicarse las huelgas de hambre pacíficas de la clase media… en ese momento Tupak Katari había ganado el cerco que comenzo en 1781.

Nadie puede vaticinar el curso de los acontecimientos. Los movimientos sociales, lo que solemos llamar el pueblo, en Bolivia tiene una representación múltiple. Los partidos, los sindicatos, las juntas vecinales, las agrupaciones indígenas, no han dado más que una tregua, que les permite reorganizar sus fuerzas, precisar sus demandas y afinar su organización. Los grandes protagonistas son el MAS con Evo Morales, que une cocaleros, sindicalistas, izquierdistas, comerciantes y clases medias, el MIP, especialmente representando a los aymarás, una nación de más de dos millones de habitantes con continuidad geográfica entre los bordes del lago Titikaka hasta la ciudad de La Paz y la legendaria Central Obrera Boliviana, que a partir de su plaza fuerte de mineros ha logrado un papel protagónico inesperado, logrando coordinar y encabezar los movimientos que terminaron con el presidente gringo. Ese protagonismo no tiene que ver con la fuerza real de los mineros en la sociedad boliviana de hoy, tiene que ver con algo más profundo, viene de ese sueño de rebelión victoriosa que ya en 1952 transformó realmente la sociedad… en la Bolivia revolucionaria de hoy día los sueños se funden y se mezclan… el pueblo no tiene solo el coraje, como decía Sanjinés, tiene tambien un proyecto múltiple y esencial : refundar el país sobre otras bases; cuando en 1825 se creó Bolivia no había ningun indio, hoy día se trata de refundar el país teniendo en cuenta a todos : aymarás, queschwas, tipi-guaraníes, mestizos, blancos y negros.

Desde hace más de tres años que en Bolivia se construye, paso a paso, una alternativa de cambio profundo, que se prepara la transformación, y en esa preparación el pueblo es el principal actor. El contenido popular y democrático del proceso boliviano es, tal vez, lo más importante. Ese laboratorio social en ebullición es uno de los fenómenos más exaltantes en América Latina.

No se puede partir de Bolivia sin un desgarro, no se puede dejar ese pueblo valiente y modesto, orgulloso e irreductible, suave y sabio, sin perder algo… en esas tierras americanas, como siempre, se juegan muchas cosas, sus derrotas son las nuestras, sus victorias también.

 

 

 

Recogido en París, Francia.
Noviembre 2003
También publicado en : Revista de Crítica Cultural. Junio 2006, Chile

 

 

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