Derechos humanos
para combatir la crisis
Amnistía
Internacional - enero del 2003.
Como quiera que la comunidad
internacional está asumiendo un papel cada vez más activo en la
crisis que atraviesa Venezuela, Amnistía Internacional ha indicado hoy
que a la hora de tratar de encontrar formas de evitar una crisis política
y una mayor polarización de la situación se debe partir, entre otros
principios rectores, de una orientación global hacia la promoción
a largo plazo de los derechos humanos.
La organización ha añadido: "La falta de respeto de los derechos
humanos desde hace tiempo es una de las causas de la crisis, por lo que lo normal
es que los instrumentos nacionales e internacionales creados para proteger tales
derechos sirvan de marco para promover la resolución de esta crisis"
.
Si bien en estos momentos
gran parte del debate se centra en cuestiones electorales, Amnistía Internacional
ha instado a la comunidad internacional, y en especial a los países que
integran el "grupo de amigos de Venezuela" y a las organizaciones de
derechos humanos regionales e internacionales, a que promuevan una estrategia
global basada en el pleno respeto de los derechos humanos como elemento fundamental
para fortalecer el Estado de derecho.
El programa de derechos
humanos propuesto por Amnistía Internacional para resolver la crisis venezolana
hace hincapié en los siguientes aspectos:
- reforzar la justicia,
entre otras formas, garantizando la independencia del poder judicial, y poner
fin a la impunidad de que gozan los responsables de violaciones de derechos humanos
cometidas en el pasado y en el presente a través de investigaciones imparciales
y exhaustivas y de juicios sin dilación;
- garantizar que las fuerzas armadas y de seguridad no desempeñan una función
política, sino que permanecen subordinadas a las autoridades civiles, y
que actúan de forma imparcial y ajustándose plenamente a las normas
relativas al uso de la fuerza;
- garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información;
- permitir que los defensores de los derechos humanos realicen su labor sin temor;
- poner en práctica políticas concretas y eficaces para combatir
la pobreza extrema y la exclusión, que han contribuido a la polarización
extrema que sufre la sociedad venezolana.
Todos los agentes políticos
venezolanos tienen la obligación de garantizar que estas cuestiones señaladas
se abordan de forma seria y eficaz. Por su parte, la oposición debe asumir
la responsabilidad, cuando ejerza su derecho legítimo a la libertad de
expresión, reunión y asociación, de elegir métodos
de protesta que no conculquen salvaguardias constitucionales.
Amnistía Internacional
ha indicado: "Con demasiada frecuencia todos los partidos implicados en la
crisis han instrumentalizado el argumento de los derechos humanos, apropiándose
de él, manipulándolo y distorsionándolo para utilizarlo como
otro arma más con el que fomentar la polarización y el enfrentamient".
La organización
ha añadido: "Ha llegado el momento de considerar el respeto absoluto
de todos los derechos humanos de todos los venezolanos como uno de los pilares
sobre el que construir una solución viable y duradera a la crisis. La comunidad
internacional tiene un papel importante que desempeñar a este respecto".
Información
general
César Gaviria, secretario
general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ha estado facilitando
las negociaciones entre la oposición y el gobierno para lograr una resolución
pacífica de la crisis. Hasta el momento estas negociaciones no se han traducido
en resultados concretos. La crisis política que venía amenazando
la estabilidad política en Venezuela durante el pasado año alcanzó
una nueva cota con la huelga general convocada por la oposición que comenzó
el 2 de diciembre y que se encuentra actualmente en su octava semana. Se corre
el peligro de que la situación de extrema tensión en el país
desemboque en graves violaciones de derechos humanos.
Como respuesta a la tensión
exacerbada y la aparente renuencia de las dos partes enfrentadas a encontrar una
solución pacífica negociada a la crisis, varios gobiernos extranjeros
han propuesto la formación de un grupo de países "amigos de
Venezuela" que contribuyan a fomentar una solución negociada a la
situación. Los países que integran este grupo son: Brasil, Chile,
España, Estados Unidos, México y Portugal.
fuente : http://www.amnesty.org/